miércoles, 6 de octubre de 2010

En busca de la seta perdida en Santa Orosia


Al llegar a Yebra de Basa al pie de Santa Orosia, podemos ver ya los colores del incipiente otoño en las hojas de es árbol.




La ermita en la cima del monte dedicada a la santa, cuya leyenda desconozco.

Y ahora emprendemos la búsqueda de setas. Lo único en estos momentos es posible encontrar son champiñones, pues aunque ha llovido bastante, y hay buenas expectativas, todavía es pronto para el rovellón. Según me dijeron, después de la lluvia esta seta tarda unos veinte días en salir. Mientras tanto es posible contemplar la majestuosdad de estas cumbres pirináicas, pues el día es claro, y el espectáculo conmociona por su belleza.

                                                Sabiñánigo, la Val Ancha, y al fondo la Peña Oroel.


                                                          La cruz de la cima

La cesta de las setas ya con cierta recolección.

                                                      Alla abajo Senegüe y la factoría de Baxter.

 
El comienzo del Valle de Tena


De regreso, a beber agua sedientos a la fuente.



 Adios a Santa Orosia.

 Y esta es la escuálida recolección, pero suficiente para un estofado con carne de cordero. Que por cierto, estaba delicioso.

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